NOCHE ROJA
No eran las 9 de la noche, cuando tocó la puerta, era mi sobrino –que hubo tío, entonces que me va acompañar a una fiesta en Bello-no mijo no tengo ganas de salir, usted sabe que la situación esta difícil y tengo mucha pereza de ir-hágale tío no nos demoramos. Miré a mi esposa que tenía cara de disgusto, y con los hombros me dio a entender que, hiciera lo que me diera la gana, -bueno vamos dijo mi sobrino y de un empujón me llevo hacia la puerta, me devolví por las llaves de la moto y el casco.
Prendimos las motos y nos dirigimos a la fiesta. A dos cuadras de la casa mi sobrino me hizo detener la moto para llamar a su amigo a preguntarle la dirección o en su defecto donde nos encontrábamos, me bajé de la moto y le dije que podía llamar de una venta de empanadas que también alquilaban minutos, mientras marcaba yo miraba hacia una tienda y de repente apareció un individuo, que sin mediar palabra se acercó, sacó un arma y me disparó, me toqué el abdomen y le grité a mi sobrino que corriera, el me miró y corrió hacia a mí, me cogió de la mano y en ese momento sentí otro disparo- tío me dieron, sin alientos corrimos hacia el otro lado de la calle. Tocamos la reja de una farmacia y con una voz sin fuerza le dije al que atendía que me abriera. Miré hacia atrás y se acercaba de nuevo el hombre intentamos correr de nuevo, pero volvió a disparar. En ese momento sentí como si me hubiese estallado una piedra en mi espalda, sentí mas tiros me abracé con mi sobrino y caímos
No sé cuánto tiempo pasó pero yo me sentía ahogado me trataba de parar pero no podía y veía que mi sobrino hacia lo mismo y me decía que no aguantaba más. Sentí unas motos y hombre que se acercaba a ayudarnos, solo recuerdo que me montaron en un taxi y sin alientos le dije al conductor que me llevara al San Vicente y que por favor no me dejara morir, con mis ojos entre abiertos oía unas sirenas de la policía y me imaginaba que ahí llevaban a mi sobrino. Mis ojos se cerraban y se abrían de nuevo por momentos escuchaba la sirena pero después la dejaba de escuchar, el taxista me decía- mijo no se preocupe, aguante que ya vamos a llegar- pregunté de nuevo – ¿y mi sobrino – tranquiló que va en la patrulla.
Sentí que el taxi paró, y llegaron camillas, me cogieron de la correa y me preguntaron mi nombre y ya casi sin voz les contesté, me pidieron mi teléfono, saqué fuerzas de donde no tenia y se lo dije: me sentí muy cansado y con mucho sueño y de ahí no logro recordar nada más…
2 comentarios:
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esta cronica la hice por un situacion dificil que vivio mi familia, el personaje de la historia es mi tio que hoy por hoy logro contarme que sintio y como paso todo, para poder escribir la cronica
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